No habrá más color. Nunca más habrá color.
Ni los pájaros azules, ni las violetas violetas podrán existir en los matices de tu nombre. Sin ti, todo se volverá al revés; saldrá la luna a opacar el día, llegará el sol a inundar la noche.
Y yo, ciego de sombras, buscaré por siempre el color de tus ojos; que me digan que me quieres, que me digan que volverás; y contigo, la primavera.
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