martes, 17 de noviembre de 2015

Hoy quise...


Hoy quise llenarme de arcoiris junto a ti, 
hoy quise que tus manos dibujarán de colores sobre mi,
hoy no quise poner barreras sólo caminos sin piedras,
hoy quise darte pinceles para que me pintaras de  estrellas.
hoy quise volverme princesa de pies a cabeza,
hoy quise gozar de a deveras sin miedos ni quejas,
hoy quise subir hasta el cielo y borrar el infierno sin ti,
hoy quise que el arcoiris llenará mi cuerpo
que junto a tu cuerpo me hizo vivir...

Gabriela Sánchez H

jueves, 12 de noviembre de 2015

Si tienes un hijo varón...


SI TIENES UN HIJO VARÓN.
Si tienes un hijo varón, ve tejiendole unas alas con hilos rojos de admiración, cosidas con agujas de dignidad y plumas de ángeles en libertad y en su mochila, el día que parta, coloca el latido de tu corazón, y varitas de hogar para comenzar su propio nido.
para que encuentre el amor de una mujer y lo dignifique con tu ejemplo.
Porque los hijos varones, no siempre regresan, se les ha sido dada la semilla y han de cuidar que crezca sana, por eso si tienes un hijo varón, dale principios, sentido de responsabilidad y aprecio por su nombre, porque son los varones los que resguardan el corazón de las mujeres y quienes no deben perder nunca su admiración.
Si tienes un hijo varón, sabrás que hay que amarlos en la misma medida que los vas soltando, sabrás lo que duele y lo mucho que te enseñan, si tienes un hijo varón has tenido la gran oportunidad de enseñarle de primera mano el motivo de la confianza de las mujeres, la fortaleza que les aportan y el inmenso amor que les inspiran.
Si tienes un hijo varón, sabrás que a ellos se les ama en la misma medida que se les empuja a volar, con orgullo y con confianza, con aprecio y admiración por su temperamento y con la satisfacción que provoca su apuesta por el futuro, porque los hijos varones se guían por la fuerza del espíritu y amarán fuertemente en libertad, como tú encontraste el tuyo.
Cerca o lejos, si tienes un hijo varón, has ayudado a construir el mundo que necesitamos todas las mujeres, de respeto, de esperanza, de valor y de dignidad de género.
L.T. Noriega
Imagen Yo y mi pequeño

miércoles, 4 de noviembre de 2015

"¿Dónde están las manos de Dios?"
























"¿Dónde están las manos de Dios?"

Cuando observo el campo sin arar, cuando los aperos de labranza están olvidados, cuando la tierra está quebrada y abandonada, me pregunto: ¿Dónde estarán las manos de Dios?
Cuando observo la injusticia, la corrupción, el que explota al débil, cuando veo al prepotente y pedante enriquecerse del ignorante y del pobre, del obrero, carentes de recursos para defender sus derechos, me pregunto: ¿Dónde estarán las manos de Dios?
Cuando contemplo a esa anciana olvidada; cuando su mirada es nostalgia y balbucea todavía algunas palabras de amor por el hijo que la abandonó, me pregunto: ¿Dónde estarán las manos de Dios?
Cuando veo al moribundo en su agonía llena de dolor; cuando observo a su pareja y a sus hijos deseando no verle sufrir más; cuando el sufrimiento es intolerable y su lecho se convierte en un grito de súplica de paz, me pregunto: ¿Dónde estarán las manos de Dios?
Cuando miro a ese joven antes fuerte y decidido, ahora embrutecido por la droga y el alcohol, cuando veo titubeante lo que antes era una inteligencia brillante y ahora harapos sin rumbo ni destino, me pregunto: ¿Dónde estarán las manos de Dios?
Cuando miro a esa chiquilla que debería soñar en fantasías, la veo arrastrar su existencia y en su rostro se refleja el hastío de vivir y buscando sobrevivir se pinta la boca y se ciñe el vestido y sale a vender su cuerpo, me pregunto: ¿Dónde estarán las manos de Dios?
Cuando aquel pequeño a las tres de la madrugada me ofrece su periódico, su miserable cajita de dulces sin vender, cuando lo veo dormir en la puerta de un zaguán titiritando de frío, con unos cuantos periódicos que cubren su frágil cuerpecito, cuando su mirada me reclama una caricia, cuando lo veo sin esperanzas vagar con la única compañía de un perro callejero, me pregunto: ¿Dónde estarán las manos de Dios?
Y me enfrento a Él y le pregunto: - "¿Donde están tus manos Señor? Para luchar por la justicia, para dar una caricia, un consuelo al abandonado, rescatar a la juventud de las drogas, dar amor y ternura a los olvidados. Después de un largo silencio, escuché su voz que me reclama:
- "¿No te das cuenta que tú eres mis manos? Atrévete a usarlas para lo que fueron hechas, para dar amor y alcanzar estrellas".
Y comprendí que las manos de Dios somos "TÚ y YO", los que tenemos la voluntad, el conocimiento y el coraje para luchar por un mundo más humano y justo. Aquellos cuyos ideales sean tan altos que no puedan dejar de acudir a la llamada del destino, aquellos que desafiando el dolor, la crítica y la blasfemia se reten a sí mismos para ser las manos de Dios.
Señor, ahora me doy cuenta que mis manos están sin llenar, que no han dado lo que deberían de dar, te pido perdón por el amor que me diste y que no he sabido compartir, las debo usar para amar y conquistar la grandeza de la creación.
El mundo necesita esas manos, llenas de ideales y estrellas, cuya obra magna sea contribuir día a día, a forjar un nueva civilización, que busquen valores superiores, que compartan generosamente lo que Dios nos ha dado y puedan al final llegar vacías, porque entregaron todo el amor, para lo que fueron creadas y Dios seguramente dirá: - ¡Esas son mis manos¡
(Desconozco al autor)



lunes, 2 de noviembre de 2015

Limpiar nuestro Corazón



Limpiar nuestro corazón... Emoticón heart
Cuando tenemos un corazón limpio de buenos sentimientos hay espacio para poder llenarlo de nuevo de amor, de más comprensión y paciencia hacia nuestros seres que nos rodean.
Debemos dejar las culpas a un lado si no queremos sentirnos tan miserables en la vida. Hoy mismo es un buen día para cambiar esas actitudes y dar un paso a la felicidad, porque no importa cual injustas puedan ser las cosas que tengamos que estar cargando, sí somos capaces de limpiarnos de las malas actitudes que hemos guardado.

La vida está llena de experiencias y vivencias, tanto positivas como negativas. En nuestro corazón se aloja todo cuanto vivimos con pasión: lo bueno y lo malo. A veces las cosas malas que nos han pasado ocupan demasiado sitio en nuestro corazón.
Pero hay esperanza, pues al igual que en nuestros hogares, la limpieza y el orden es posible, y nuestro corazón también requiere de dicho cuidado. Si aprendemos a desechar lo malo podremos disfrutar al fin de cada día que vivimos…